Netspeak: ¿Evolución o demolición?

Fernando Núñez-Noda, reconocido periodista digital venezolano se aproxima al efecto «deconstructor» y otros lo llaman «destructor» del Internet slang o netspeak, conocido también como Cyber-slang, chatspeak, o abreviación transléxica cronológica (Geeks ¿no?). Simplemente usaré «netspeak», el habla de la red. El artículo fue publicado en el Huffington Post  y cedido por el autor para el Medialab UCAB 

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En un artículo pasado mencioné algunos aspectos de la «destrucción cultural» que Internet, pero sobre todo las redes sociales, pueden acarrear: el exilio de la memoria, la volatización de la privacidad y la información-basura.

Deconstruir implica separar piezas, desensamblar estructuras. Los chats y las redes sociales son el principal escuadrón de fusión y fisión del lenguaje. Y esto no debe verse a la ligera. El lenguaje escrito es uno de los pilares fundamentales de la cultura, un elemento aglutinante que le ha proporcionado sustento y permanencia en los últimos 5.200 años.

Al lado de efectos realmente positivos (diccionarios en línea, correctores, profusión de buenos contenidos), Internet es el caldo de cultivo de multitud de experimentos de la escritura multimedia (jergas, abreviaciones, iconografías). Un estudio de la Universidad de Tasmania revela que la motivación principal de las jergas es simplificar la comunicación. Esto lo hace más fácil para quien escribe, aunque dos veces más complicado para el receptor. También sirven para expresar emociones o confirmar la pertenencia a un grupo determinado (activistas, gente cool, emos).

John Humphrys, periodista y autor inglés, advierte que quienes «textean» (perdonen el barbarismo) están cometiendo «pillaje a nuestra puntuación; destruyendo nuestras oraciones y violando el vocabulario».

Estas nuevas formas incluyen grandes «recortes léxicos», tales como acrónimos (verbigracia ASAP, que en inglés significa «As Soon As Possible»); abreviaturas (como «Vzla») y contracciones (tipo «LOL» para expresar risa). La científica social Anabel Quan-Haase (quien acuñó el concepto de «hiperconectividad») señala que son estos recortes los que más preocupan.

Tales cortes y contracciones han invadido el lenguaje de la mensajería, el chat y las redes sociales, especialmente Twitter. Según Quan-Haase 60% de los adolescentes usa mensajería instantánea y, dado que serán los adultos de mañana, esos usos no pueden más que crecer y arraigarse.

Otros errores, no obstante descifrables, incluyen «palabras recortadas, uso inadecuado de mayúsculas y signos de puntuación, así como caracteres tipo &, $, and @. Un desmantelamiento deliberado. econstrucción, pues, un desarmado de la infraestructura lingüística.

¿Dentro o fuera del salón de clases?

Un estudio de la Universidad de Stanford indica que, a pesar de la resistencia de la gente a los cambios naturales del lenguaje, Internet motoriza una nueva variedad comunicacional que tiene el potencial de influir en la escritura académica, pero no tanto para que los estudiantes (de Stanford, en quienes se condujo el estudio) alteren su estilo de escritura.

Por tanto, concluye la investigación, «los estudiantes tienen la conciencia de distinguir entre el chateo y la composición formal y no hay peligro de que la jerga en línea invada la escritura académica».

Díganselo a Jennifer Lee, una investigadora de nuevos usos del lenguaje, quien ya ve elnetspeak en los trabajos escolares e incluso otros escritos más formales. Señala que en los EEUU maestros de secundaria reportan el uso de «u» por «you» (tú), de «2» por «to» o «too» (para o también).

Lee señala el famoso caso de una chica en Escocia que escribió un ensayo completo en una jerga inentendible, incluso para los conocedores de Internet (lo pongo en inglés porque de igual forma no se entendería en español):

My smmr hols wr CWOT. B4, we used 2 go 2 NY 2C my bro, his GF & thr 3 :-@ kds FTF. ILNY, its gr8.

La traducción al inglés y luego al español sería, más o menos:

Mis vacaciones de verano son una completa pérdida de tiempo. Antes, solíamos ir a Nueva York para ver a mi hermano, su novia y sus tres niños gritando cara a cara. Me encanta Nueva York, es un gran lugar.

La escritura feisbuquera y tuitera

Un recorrido por Facebook y Twitter proporciona un combate de primera fila entre las formas tradicionales y nuevas de escritura. Les obsequio una pequeña lista de observaciones.

Se comienza por desmantelar las oraciones gramaticales. Un ejemplo:

Hola Camila ¿qué haces? Te cuento que le pregunté a Carlos: «Si me amas ¿por qué jamás me llamas cuando más lo necesito? ¿Qué tal? Jaja.

Puede llegar a verse así:

Ola k ase Kmila? T qento q l pregunt a Krlos: Si m a+ Xq ja+ m lla+ qan2 + lo necsito? Ktal? LOL.

Las oraciones, según observo, nunca deben escribirse completas. Eso parece tan siglo XX, tan passé. Si uno publica una foto en la que una amiga Adriana sopla las velas de su torta, no se dice: «Cumpleaños de Adriana» sino «cumple adri». Si la niña aparece con toga y birrete: «promo adri». Si se asoma a la popa de un barco, «chau adri». Y así «Colegio» es «Cole». «Profesor»: «profe». «Celular»: «celu», etc.

Las mayúsculas son opcionales pero en general contraindicadas. Se hace un esfuerzo serio aunque inconsciente, en reducir la cantidad de signos ortográficos a cierres de admiración e interrogación. Ni puntos ni comas y en general, estrictamente para generar palabras, nada simbólico.

Eso corresponde a emoticones y otras iconografías que, al fin y al cabo, también son «escritura». «K grd???!!!!!! >:O»

Otra observación es que, o se escriben las palabras sin todas sus letras o con más letras de las que lleva. Ya vimos la simplificación. Para enfatizar hay que multiplicar:

«Noooooooooooooooooooooo puede ser!!!! que vida tan duuuuuuuuuuura!!!!!!»

No obstante, en general se tritura. Parece necesario aplastar las sílabas. «Casa» tiene dos sílabas y cuatro letras. Un desperdicio ¿no? Sobre todo porque la letra k suena como la sílaba «ca». ¿Qué hace un minimalista netspeakeano? Pues escribe: «ksa». Pronombres y conectivos como «te» en «te pego» son fácilmente convertibles en «t pgo». E incluso hay palabras cuyas letras no son fonéticamente iguales a una sílaba, pero se sustituyen por un uso derivado. «Que» en «Q t pasa????».

Lo que no puede decirse con letras: intro los signos o emoticones:

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Destrucción creativa

¿El futuro se escribirá en netspeak? Lo dudo. Sí habrá, me parece, un sólido impacto en el lenguaje escrito y oral. Una mayor «chatización», gamificación y fragmentación de la semiótica diaria.

Al final, temer el futuro es una tarea recurrente e inevitable. Costumbres y estilos de vida escandalosos en un tiempo se hicieron cosa de todos los días. Para los «Vargas Llosa» será un empobrecimiento terrible, que hará inentendible a las nuevas generaciones El Quijote o incluso el Huffington Post tal cual lo conocemos. Para otros será una oportunidad de enriquecer y complementar el lenguaje con elementos simplificadores, conectores, multifuentes, fonéticos y simbólicos que lo harán más versátil.

Una coexistencia pacífica ¿por qué no? En la que el sistema educativo y la taxonomía cuiden el ámbito formal del lenguaje y vayan incorporando lo eficiente, como han hecho y hacen actualmente con la jerga de la calle y de la tecnología. Pasaríamos, entonces, de la fisión a la fusión: a la integración estructurada dentro del caos.

Por el momento, sólo me queda despedirme en «netspeak-translingüístico»: c u xt wk (que traducido al español de la RAE significa: «Los veo la semana que viene»).

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Ilustraciones del autor. La segunda con insumo de Official White House Photo by Pete Souza.
Fernando Nunez-Noda / @nuneznoda