El 4 de diciembre se realizó la entrega de reconocimientos a los profesores y estudiantes de la Facultad de Humanidades y Educación. Fueron 117 personas, entre estudiantes y profesores que recibieron el justo homenaje. El decano de la Facultad de Humanidades y Educación expresó las siguientes palabras, a propósito del momento vivido:

Recientemente el rector expresaba, a propósito de la entrega de la orden Andrés Bello al empresario Gustavo Vollmer, su regocijo por lo que estaba ocurriendo en la semana de la feria del libro del oeste de Caracas. Él decía que la cantidad de expresiones literarias, musicales, de arte, de literatura; los espacios de encuentro, de diálogo, de encuentro con el saber, nos mostraba una universidad viva, pujante, entusiasta, que mostraba la cara del país posible. Y no le faltaba razón pues fue una semana con diversidad de oportunidades para creer que sí es posible hacer las cosas y bien, al mejor estilo magis.

Traigo a colación ese momento porque en esta ocasión y con este  auditorio podemos sentir ese mismo regocijo. Este acto de reconocimiento es sencillo pero con una profunda trascendencia por lo que la misma quiere trasmitir dentro y fuera de la universidad. La Facultad reconoce el talento, el trabajo, el esfuerzo que hacen grande esta institución.

Has tres palabras claves que distinguen este encuentro: Excelencia, compromiso y esperanza.

Excelencia. Valoramos el buen trabajo realizado antes, durante y después de las clases, la dedicación y  la constancia. La excelencia no se consigue de un día para otro. Es parte de un proceso que se consigue en el tiempo. Los que reciben este reconocimiento bien saben que obtener una alta puntuación por parte de los estudiantes evidencia que son meticulosos, responsables, preocupados, activos en su clase.  Este valor expresado en el proyecto formativo institucional nos explican que esta palabra está relacionada con el Magis o búsqueda de la mejor elección, el mayor efecto, la mayor influencia, siempre buscando hacer el mayor bien en beneficio de más seres humanos. En este sentido, no se trata solo de niveles óptimos de eficiencia y calidad sino el modo en que la persona se relaciona con los demás, consigo mismo y la trascendencia.

Compromiso. Esta palabra está relacionada con la obligación. Y ésta con el deber. En otras palabras, el compromiso tiene un componente moral imprescindible para el éxito de las relaciones humanas. Recibir un reconocimiento en este contexto de país, nos compromete, nos obliga a seguir haciendo nuestro trabajo y a aportar lo mejor de nosotros para que otros se involucren y también comprendan la importancia de participar en ese itinerario. El compromiso lleva a una convivencia e intercambio, mediante el cual ambas partes se benefician. Estamos comprometidos a seguir marcando la pauta del buen trabajo.

Esperanza. Frente a la desesperanza, la esperanza. La esperanza es el motor que mantiene intacta nuestra pasión por vivir. Para enfrentar la sociedad globalizada y Postmoderna  donde el relativismo moral y el todo vale ocupan un lugar privilegiado, hay que aferrarse a la esperanza. Es una virtud, la cual vista desde la fe no nos paraliza ante las dificultades y nos mantiene alejados del confort y las seguridades. La esperanza nos lleva a buscar siempre lo mejor, a no quedarnos mirando la punta del dedo sino que nos invita a transitar horizontes distintos.  Ustedes  representan la esperanza de lo posible, de lo que hay que hacer, del presente que modela y busca.

Felicitaciones. También a los directores por su dedicación y esfuerzo por mantener estos valores presentes en su Escuela.” José Francisco Juárez.

Hay que destacar que entre los galardonados se hizo especial mención a tres profesores e investigadores que le han dedicado una vida a la Universidad Católica Andrés Bello.  El Profesor Alejandro Mendible, historiador y probablemente el más importante especialista en Brasil que trabaja en Venezuela, alcanza este año las cuatro décadas dictando la cátedra de Brasil en la Maestría de Historia de las Américas.  De hecho, es uno de los profesores fundadores del programa en 1979, aunque comenzó a impartir clases en su segundo trimestre, en enero de 1980.  Entonces, entre sus primeros alumnos tuvo al Profesor Manuel Donís, también galardonado.  Graduado poco después en la Maestría, de la mano del P. Hermann González Oropeza, sj, inició una dilatada y fructífera labor de investigación sobre nuestras fronteras.  Se incorporó al equipo de profesores de la Maestría hace más treinta y cinco años, tiempo en el que ha jugado un papel clave en su desarrollo, incluso como su director. Por último, a  la Profesora Catalina Banko, autora de trabajos fundamentales en la historia económica de Venezuela, se la reconoció por tener más de veinticinco años dando clases en los postgrados de Historia de la UCAB.  Los tres son ejemplo de compromiso y excelencia ucabista.  Es un honor contar con ellos y un regocijo poder honrarlos.